Siempre preparado para ponerse a prueba, solo se siente realmente cómodo cuando hace frente a las paredes verticales de granito del Cerro Torre o del Monte Bianco, o a las inmensas paredes del Himalaya, del Karakorum o de Groenlandia. Matteo Della Bordella es uno de los máximos representantes de la nueva generación de escaladores de élite. Miembro y expresidente del grupo Ragni della Grignetta, ha abierto vías consideradas imposibles y ha obtenido prestigiosos premios como el de Grignetta d'Oro en el 2015.

Sus terrenos predilectos son las montañas y las paredes verticales de las zonas más remotas del planeta. Es amante de un alpinismo esencial, concreto y liviano que enfrenta al alpinista con la montaña en igualdad de condiciones. Con un estilo que el inglés Albert Frederick Mummery definiría «by fair means», regresa cada año a las extremas y majestuosas cumbres de la Patagonia. Matteo nace y se cría en Varese. Sus primeros pasos en la montaña los da a los 12 años junto a su inolvidable papá, Fabio. Juntos viven una intensa relación, disfrutando de momentos que pocos niños tienen la oportunidad de vivir. Juntos ascienden las vías más duras de los Alpes. Repiten vías en las Grandes Jorasses, en las Tre Cime di Lavaredo, en Wendenstock y también en la Marmolada, donde ascienden por la famosa Via del Pesce. Sobre las dificultades de esta inmensa cara sur, Matteo sabe que puede hacer algo más, que puede atreverse, que puede buscar nuevos límites. Con una licenciatura en Ingeniería en Gestión Empresarial y un doctorado, decide abandonar su carrera académica para dedicarse por completo a la montaña. En poco tiempo, su fama se vuelve planetaria, sinónimo de hazañas y logros únicos en su género. Las montañas han dado tanto a Matteo, al igual que le han pedido tanto. Matteo lleva algo especial en su corazón, en sus ojos tiene la visión de uno de los mejores escaladores de su generación.